El general Héctor Belisario Medina y Medina lleva 16 años al lado del presidente Fernandez
Tomado de Armario Libre
Santo Domingo.- Ser
militar es difícil, llegar a oficial podría ser una ilusión que muchas
veces es inalcanzable, ponerse la estrella de general se podría
convertir en una odisea, y ser el responsable de la seguridad del
presidente Leonel Fernández es una pretensión tan grande, a la que
muchos aspiran, pero que muy pocos llegan.
Pues el general Héctor Belisario Medina y
Medina (Lalin), llegó, y para quedarse, porque a pesar de que no ha
sido ministro de las Fuerzas Armadas, último peldaño en el peligroso y
arriesgado camino de una carrera militar, tiene en sus espaldas, el
velar por la vida y la seguridad del mandatario Fernández, no solo en la
República Dominicana, sino a donde quiera que se mueve en el mundo.
Admite que ha sido difícil llegar, pero
no mantenerse, a pesar de los celos que nunca faltan en los alrededores
de esos puestos de alta jerarquía como el que ostenta desde hace 16
años.
“Problema en si no, pero eso genera
celos dentro de los mismos compañeros de armas, a veces algunas
entendían que tienen tanto tiempo en las instituciones y que no han
logrado escalar hasta el lugar donde uno ha llegado, pero lo que hay es
que saber manejarse y saber manejar esa situación”, dijo Medina y
Medina, al preguntársele sobre el cargo que ostenta próximo al
presidente Fernández.
Dijo que tiene 16 años al lado del
presidente de la República, al explicar que llegó antes de su primer
período del gobierno en el 1996.
“Yo llego en junio del 1996 cuando el
candidato presidencial Leonel Fernández pasa a la segunda vuelta en las
elecciones. Recuerdo que prestaba servicio en la primera brigada y de
ahí me dieron una orden del secretario de las Fuerzas Armadas, general
Hernández Oleaga, designándome junto al general Florentino y Florentino
como seguridad del candidato a la presidencia del Partido de la
Liberación Dominicana (PLD)”, recordó Medina y Medina de cómo llegó al
lado del mandatario.
Dijo que en esa época al presidente
Joaquín Balaguer no se le ofreció seguridad militar porque era el
mandatario y la tenía, mientras que al doctor José Francisco Peña Gómez
fue consultado para enviarlo como su seguridad, pero la rechazó porque
ya tenía quien lo cuidara.
Expresó que fue sometido a una profunda
investigación por el PLD, y recordó que la primera conversación que tuvo
con el entonces candidato presidencial fue sobre el grado académico
alcanzado y si tenía otra profesión que no fuera militar.
“Por cierto, yo me había graduado de
doctor en Derecho en la Universidad Central del Este (UCE) en el 1994, y
entonces ahí comenzamos a dialogar sobre la experiencia y comenzamos a
hacer una gran amistad a través del tiempo y perdura con mucha fuerza
hasta hoy”, recordó Medina y Medina.
Dijo que no fue difícil establecer una
amistad con Fernández, quien expresó siempre fue muy receptivo, aunque
reconoció que al comienzo hubo ciertos “inconvenientes” por el asunto de
integración, porque la seguridad del PLD que le acompañaba comenzó a
sentir un poco de “celos”, lo que calificó de lógico, porque se sentían
desplazados.
“Luego ellos reconocieron el papel de
cada quien y hasta nos sentábamos juntos, pero fue un proceso, recuerdo
que en principio, y el presidente Fernández puso de su parte porque se
dio cuenta de que había un celo, y a veces cuando (la seguridad militar)
nos íbamos a montar a los vehículos ya los asientos estaban ocupados
todos y no había donde nosotros nos montaríamos, pero luego todo se
resolvió”, dice Medina y Medina, que para ese entonces capitán del
Ejército Nacional con cinco años en el rango, por lo que se definió como
“un capitán antiguo”.
Recordó que cuando Fernández gana las
elecciones le informa que se quedarían como su seguridad, por lo que a
partir de ese momento, junto al general Florentino y Florentino,
comienzan a seleccionar el personal que estaría posteriormente con el
entonces mandatario electo.
Sostuvo que el perfil para ser seguridad
de Fernández era que fueran profesionales o por lo menos que estén
cursando estudios universitarios.
Relación con el presidente Fernández
Medina y Medina, quien reveló que antes
del 1996 no conocía al presidente Fernández, pero aclaró que desde esa
fecha ha creado con el mandatario una gran amistad, por lo que afirmó
que “es su amigo”.
“Hay una relación de amistad, el
Presidente es un amigo, y siempre hemos mantenido buenas relaciones,
nunca hemos tenido un inconveniente, y una de mis mayores satisfacciones
es que el tiempo que llevo prestando servicio con él, nunca ha sucedido
ni siquiera el más mínimo accidente, ni de tránsito, aéreo ni ningún
hecho que uno haya tenido que lamentar, ningún atropello que lamentar a
los ciudadanos y a la prensa”, precisó el general Medina y Medina, en
entrevista exclusiva para Armario Libre.
El miembro del Ejército Nacional no cree
que se parezca al presidente Fernández, en cuanto a la decencia y la
discreción, sino que ha aprendido mucho al estar por 16 años al lado de
un hombre inteligente, educado y respetuoso.
“Lo que sucede es que uno se va
moldeando, porque del Presidente hay muchas cosas que aprender, es una
persona de quien se puede aprender la tolerancia”, sostuvo.
Medina y Medina se definió como un
hombre tolerante, y piensa, expresando que quien no es tolerante y es
seguridad de un presidente, con quien primero chocaría es con los
periodistas, la dirigencia política, empresarios y con todos los
sectores que quieran llegar hasta donde el mandatario.
“El presidente Fernández nos enseñó que
la seguridad tiene un papel, y que los medios de comunicación tiene
otro; el objetivo de los periodistas es buscar la noticia como quiera
que sea, y el papel de nosotros es brindar la seguridad, por lo que el
mandatario nos enseñó que debemos darle facilidad a los periodistas para
que busquen su noticia”, dijo el jefe de seguridad del presidente
Fernández hasta el 16 de agosto.
Manifestó que hasta la fecha, se quedará
al lado del presidente Fernández cuando deje el poder el 16 de agosto
venidero, y que estará a su lado hasta que él quiera, porque su futuro
depende de el tres veces presidente de la República.
“Oye, estar al lado del Presidente es
como vivir permanentemente en un aula; aprendes algo nuevo cada día; de
él he aprendido el arte de la prudencia, la tolerancia, la importancia
del conocimiento en este mundo globalizado, y que la democracia es
convencer más que vencer”, afirmó.
Destacó que durante el tiempo que tiene
al lado del presidente Fernández, nunca le ha pedido nada personal, ni
posición, ni cargo, ni rango, ni nada.
“A mí me enseñaron que el guardia ni se
brinda, ni se niega, por lo que no puedes ofrecerte para ser por
ejemplo, ministro de las Fuerzas Armadas, pero si te la ofrecen, tampoco
puedes rechazarla”, consideró.
Medina y Medina ni admitió, ni rechazó,
que el presidente Fernández haya hecho y roto en varias ocasiones su
decreto como ministro de las Fuerzas Armadas, aunque calificó de
improcedente que siendo jefe de seguridad del mandatario pida ese cargo.
“Eso se ha dicho, pero el asunto es que
es improcedente, que siendo usted jefe de la seguridad del Presidente,
usted le pida, y hasta se vería ambicioso y desleal, que lo nombren
ministro de las Fuerzas Armadas u otro lugar”, consideró.
No soy un rey en Cachón
Lalin, como es conocido en Cachón, su
pueblo natal ubicado a diez minutos del municipio de Barahona, rechazó
que sea un rey en esa comunidad, pero admitió que quizás lo quieran
mucho.
“Creo que yo los quiero más a ellos que
lo que ellos me quieren a mí, porque yo tengo mucho recuerdo de mi
Cachón de Barahona. Yo nací en el hospital Jaime Mota y mis padres
vivían en El Cachón, y como a los cinco o seis años nos mudamos a
Barahona, pero nunca perdí mi vínculo con El Cachón, porque además de
ser bastante cerca, mis tíos se quedaron allá”, recordó con cierta
nostalgia.
Sostuvo que lo que ha hecho por su
pueblo natal es simplemente algo de lo que le dio de niño, expresando
que si una persona, no importa quien sea, llega a una posición y puede
ayudar a su ciudad, pues que lo haga.
Expresó que ha tenido la suerte de tener
funcionarios amigos a quienes les presenta las escuelas, iglesias,
canchas deportivas, y otras, y ha sido el canal para que las mismas se
construyan o se reparen.
Aclaro que no solo se preocupo por los
problemas de El Cachón, porque siempre insistió para que se concluyeran
los trabos del Centro Regional del Suroeste (Curso), el play Nadín J.
Hazoury, las calles, escuelas y otros problemas de obras que tenía el
municipio de Barahona.
Sin olvidar sus raíces y la infancia en
el municipio de El Cachón y Barahona, Medina y Medina recuerda los
momentos vividos con su gente cuando joven y las responsabilidades que
el presidente Fernández ha puesto sobre sus espaldas.
Dijo que se siente muy bien cuando
alguien en Barahona o El Cachón le llama por su apodo, porque sabe que
es alguien a quien conoció cuando niño, y que era y es su amigo.
Loco con su pueblo
Medina y Medina se definió como una
persona enamorada de Barahona, al expresar que al final de cuentas,
terminas regresando al pueblo de donde saliste.
“Lamentablemente no tengo mucho tiempo
para ir a Barahona, pero yo quiero a Barahona, yo amo a Barahona, porque
al final del tiempo uno termina regresando a tu provincia, de manera
definitiva o no, pero ese vínculo no se puede romper, y verdaderamente
Barahona necesita de la ayuda de los gobiernos, y quien este cerca del
gobernante debe poner de su parte, su granito de arena, para ver como
Barahona sale de la situación en la que está”, precisó.
Anécdota
Expresó que Barahona tiene y debe
cambiar, porque en una ocasión se encontró con un amigo de infancia,
ingeniero, y cuando le preguntó qué en que estaba, le dijo que se
dedicaba al motoconcho, debido a la falta de empleo imperante en la
provincia y la zona.
“Cuando ese amigo me dijo eso me sentí
destrozado, cpn una situación así, pero creo que el asunto de Barahona,
principalmente las esperanzas cifradas en el turismo, pero debe ser algo
combinado de las demás provincias, hay que pensar en Pedernales,
Bahoruco e Independencia”, afirmó.
Destacó la unidad de todos los sectores para conseguir el desarrollo de Barahona.
“Yo creo en el desarrollo de Barahona,
porque tiene toda la potencialidad para desarrollarse, lo tiene todo,
tiene río, tiene playas, tiene montaña, tiene clima”, precisó.
Dijo que cuando era niña, hace 40 años,
Barahona vivía económicamente mejor que ahora, porque las empresas de la
época, todas, han desaparecido.
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